Por Ed Whitfield

Ed Whitfield, F4DC

Ed Whitfield, F4DC

El Sur es la región más pobre de los Estados Unidos. Esto se debe a los patrones históricos de opresión y explotación que iniciaron con la toma de tierra de sus residentes originales, la importación de Africanos quienes fueron forzados a esclavitud, la inmigración de sirvientes que trabajaban forzadamente en una variedad de contratos de servidumbre, el asentamiento de europeos que escapaban de varias opresiones y que buscaban oportunidades, y más recientemente, la inmigración de nuestros vecinos provenientes del sur de la frontera. La consolidación de sistemas de control social y gobernación le dieron el control de toda el área en las manos de los relativamente pocos que pudieron usar cada contradicción y diferencia para extraer riquezas del área y apropiárselas para su propio uso individual y beneficio. El Sur ha sido esclavizado.

Mientras aceptemos las estructuras económicas actuales y enfoques al desarrollo que nacen de estos orígenes, no podremos salir de la esclavitud.

Mientras no creemos oportunidades para que todos sean productivos, no podremos salir de esclavitud.

Mientras las ganancias sean extraídas y se permita que éstas se inviertan en las tasas de rendimiento más altas, no podremos salir de la esclavitud.

Mientras sigamos suplicando por pequeñas infusiones de capital que permitan que los proveedores de ese capital extraigan aún más de nuestras riquezas, no podremos salir de la esclavitud.

Cuando somos productivos, producimos ganancias, retenemos esas ganancias para mejorar e incrementar la productividad de nuestro trabajo así como para crear más oportunidades productivas, entonces nuestra comunidad es capaz de suplir nuestras necesidades humanes y continuamente mejorar la calidad de vida para l@s socios de la comunidad.

Por demasiado tiempo, el Sur ha sido la fuente para la extracción de materias primas y riquezas. Hace mucho tiempo, los esclavos eran producidos y exportados juntos con el tabaco, madera, algodón, el carbón y ahora aceite y gas natural. La riqueza producida por esta explotación de la tierra y de nuestras personas no permaneció principalmente en el sur. Esa riqueza que no permaneció no estaba controlada democráticamente por el beneficio de las personas, pero estaba mas bien en manos privadas y fue la base para mayor consolidación del sistema de explotación. Le mecanización de la agricultura cambió el número de personas de bajos recursos que son necesarios para lubricar el mecanismo del proceso de extracción de riquezas.

Cualquier división posible entre las personas fue usada para debilitar nuestra habilidad de resistir esta explotación. La división más obvia y dramática ha sido basada en raza, pero las diferencias entre la gente de las montañas y de los valles, la gente de los bosques y los del pantano, han sido usadas para apretar las garras de explotación. Las luchas sobre salarios, horas y condiciones laborales fueron y son luchas sobre el tamaño relativo de la ganancia que se extraen. El mecanismo de este sistema económico en sí mismo garantiza que la extracción de riquezas siga su curso.

Aunque va a requerir que aprendamos como trabajar en conjunto y como decidir en conjunto, la propiedad democrática es la clave para nuevas posibilidades. La creación de riquezas es cumulativa. Su valor no solo se incrementa, pero se multiplica. La riqueza comunitaria debe ser administrada por la comunidad para asegurar que no vuelva a ser riqueza privada. El derecho de la comunidad de controlar su riqueza nace de la naturaleza social de su producción. En otras palabras, la riqueza es un producto de trabajo en conjunto entre personas que producen ganancias conjuntas. Un sistema en el que la riqueza es producida socialmente y luego apropiada privadamente es intrínsicamente explotador.

La creación y crecimiento de empresas cooperativas – empresas con apropiación y control democrático – nos llevan al camino de creación de empleos, creación de riqueza, retención de riquezas, propiedad democrática, y toma de decisiones económicas democráticas. Esto es lo que se necesita para terminar con la esclavitud Sureña.

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